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Fuentes de Roma

 

 

Desde simples "narices" dispersos por las calles y plazas, con fuentes que tienen historias y leyendas, Roma ofrece una colección de juegos de agua que dejará al visitante sorprendido. Aquí presentamos una ruta para descubrir las fuentes más bellas.
La ruta comienza en una de las obras maestras del barroco Gian Lorenzo Bernini: la impresionante fuente de los Cuatro Ríos, situada en el centro de la Piazza Navona. Realizado a mediados del siglo XVII, la obra está dedicada a cuatro grandes ríos conocidos en esa época (Danubio, el Nilo, el Ganges y el Río de la Plata), alegóricamente representada por impresionantes estatuas de hombres.
Se tarda sólo unos minutos a pie por las calles del centro histórico para llegar a Piazza Mattei, donde existe una verdadera joya de la Roma del Renacimiento tardío, la elegante Fuente de las Tortugas, ubicada  en una de las pocas plazas del barrio judío, que es una de las atracciones turísticas. Creada por Taddeo Landini, la obra fue modificada por Bernini, quien añadió  las pequeñas tortugas que dieron nombre a la fuente

La tercera etapa comienza en la famosa Fontana de Trevi, de fácil acceso por la Vía del Corso, después de unos quinientos metros, girar a la izquierda en la vía Muratte. La fuente es famosa por la escena de La Dolce Vita de Federico Fellini. Es uno de los lugares más famosos de Roma, donde los turistas tiran una moneda para poder regresar a la Ciudad Eterna.
Cruzando  algunas de las calles comerciales más populares de Roma, se llega a otra de las  fuentes  más características de la capital. A los pies de ciento treinta y siete escalones de Trinità dei Monti, en Piazza di Spagna está la Fuente de la Barcaccia. El diseño de la nave es de Pietro
Bernini, padre de Gian Lorenzo, y también fue diseñada para aprovechar al máximo la presión del agua en ese punto de la ciudad.
A pocos metros en via Babuino, se llega al final de este recorri
do donde se encuentra una fuente pequeña pero que da nombre a la calle. El hombre-mono, colocado por encima del pilón, es una de las famosas estatuas que animan algunas plazas históricas de Roma.
Aunque situada fuera del recorrido, una fuente que no puede pasarse por alto es el Acqua Paola. En la colina del Gianicolo, a pocos metros de la Academia de España, la "fuente" (como lo llaman los romanos) y la vista panorámica es una visita obligada  para todos los turistas que visitan Roma.

 

 

 

Fuente del “Mascherone”

Ella se encuentra no lejano de la fachada posterior del Palacio Farnese.  Ella fue  encargada  por la familia Farnese en el siglo XVII secolo y realizada por Girolamo Rainaldi, arquitecto que realizó las fuentes gemelas en la plaza Farnese.

La fuente tiene una pila rectangular de pórfido y  un mascarón con los ojos abiertos de par en par. Se dice, que durante la época del influyente familia Farnese, brotaba del vino, con ocasión de especiales aniversarios o ceremonias, y se afirma que en 1720, durante la  celebración para elegir el nuevo Gran Maestro del orden de Malta, hubo  el último escape de vino.

 

 

Fuente de las Náyades

Ya en el pasado estaba allí, era una piscina redonda con los bordes hechos con rocas y por los cuales salían unos chorritos de agua. La idea de renovar la fuente fue de Papa Pío IX en 1870, para celebrar la conclusión de los trabajos realizados en la zona llamada “Acqua Marcia”. Se encargó al principio el arquitecto Alessandro Guerrieri, pero éste no convenció el papa, y así se encargó a Mario Rutelli, que la terminó en 1901. Esta fue una obra muy controvertida, sobre todo durante el período de la Roma de los Papas (1800), porque  era considerata demasiado sexy, probablemente por sus 4 figuras femeninas de bronce, que representan 4 Ninfas ( jovencitas); la de los Lagos, que tiene consigo un cisne, la Ninfa de los Ríos sobre un monstruo acuático, la de las aguas subterráneas sobre un dragón, y al final la de los Océanos sobre un caballo marino, todo enriquecido por sugestivos chorritos de agua, esta es una de las fuentes más bonitas de Roma.

 

 

Fuente de los Dioscuros (piazza del Quirinale)

Situada en el centro de la plaza del Quirinale, la fuente, llamada también Fontana di Monte Cavallo, fue encargada por Papa Sixto V (en 1588), que transladó los dos Dioscuros (con sus caballos) del templo del Sol al interior de la plaza. La obra fue enriquecida por una pila octagonal de mármol blanco, obra de Domenico Fontana. En 1783 Pius VI decidió introducir el actual obelisco, que antes se encontraba en el Mausoleo de Augusto, y logró esto en 1786 con la ayuda del arquitecto Giovanni Antinori. En 1818, Papa Pius VII encargó Raffaele Stern para substituir la precedente pila con una cuenca de granito de unos 25 metros de circunferencia, que fue una de las 4 pilas que ornaban las antiguas termas de Nerón.

 

 

Fuentes del Moro

La Fontana del Moro (localizada en el costado sur de Piazza Navona), fue encargada por  papa Gregorio XIII Boncompagni, que aumenta  el porte del agua hacia la plaza (sacándola del Acueducto del Agua Paola), favoreciendo así la introducción de los juegos de agua en las fuentes. La fuente fue diseñada por Giacomo Della Porta en 1574, creador también de otra fuente al otro extremo de la plaza, Fuente del Neptuno. Él fue ayudado por Bartolomeo Gritti y por muchos escultores y pedreros, que realizaron los elementos decorativos, delfín, máscaras con rostros y morros o conchas, un repertorio que proviene  del périodo clásico pero muy conocido durante aquella época. En 1653, papa Inocencio X Pamphilj, la renovó completamente encargando el Bernini. La escultura central que da el nombre a la fuente fue diseñada por el Bernini pero creada por Giannantonio Mari (1655), en realidad la estatua, representa un musculoso tritón que somete un delfín, pero confundida con un Moro por sus fuertes rasgos somáticos. Durante  la restauración de 1874 los cuatro tritones y las cuatro máscaras fueron substituidas por copias creadas por Luigi Amici, los originales se encuentran, en algún depósito municipal.

 

 

Fuente del Tritón (plaza Barberini)

Realizada por Gian Lorenzo Bernini entre 1642-43, en travertino, fue encargada por papa Urbano VIII Barberini, las abejas sobre las colas entrelazadas de los cuatro delfines, son el escudo de la familía Barberini, y situada en una zona, entonces desierta, pero ex finca de la familía Barberini. El tema de la fuente es la naturaleza y está relacionado al mar, con delfines, conchas y tritón. Cada elemento se presenta aislado, pero la relación es dada por el agua, el personaje del tritón deriva de la Fuente del Águila situada en los jardines Vaticanos. Es muy original la manera en la que Bernini junta en esta obra todos los elementos según una síntesis orgánica, que deriva del deseo de Bernini de llevar un poco de naturaleza en un ambiente urbano y en una zona desierta en aquel périodo para deleitar no solamente los nobles, sino también el pueblo. La reciente restauración de la fuente ha mostrado toda su original magnificencia.

 

 

Fuente del Neptuno (Piazza del Popolo)

Fue diseñada por el arquitecto Giuseppe Valadier, con la fuente de los Leones, situada en el centro de piazza del popolo, para valorizar la entrada norte de la ciudad. Fue finalizada en 1823 y tiene una tina de travertino semicircular, sobre la que una valva de concha, recoge el agua vertida por una pequeña taza situada encima de ella. La fuente está decorada con un grupo de esculturas diseñado por Giuseppe Valadierma y tallado por Giovanni Ceccarini, donde el elemento principal está representado por una estatua que simboliza  Neptuno con su tridente, en su base hay estatuas de tritones apoyados a delfines. Recientemente restaurada.

 

 


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